Ayer por la tarde, el Embajador de
la República Argentina, Ginés González García, dio la bienvenida a la muestra “Carlos Gardel en Chile”, que tendrá
lugar hasta el viernes 21 de diciembre en la residencia del Embajador en
Santiago, Avenida Vicuña Mackenna 45.
Conformada
por documentos, cartas, fotografías, muebles y objetos que pertenecieron a
Berthe Gardes, y a su hijo Carlos Gardel, la Colección Gardel Delfino es un
patrimonio cultural que cuenta con reconocimiento internacional. La mayoría de
las piezas, que por primera vez se exponen en Chile, forman parte de la
colección personal que Armando Delfino recibió de la madre de Carlos, que
siempre consideró al albacea como su “segundo hijo”. Carlos Gardel es famoso
hoy en el mundo entero, símbolo del Tango, de la Argentina y de la cultura
rioplatense.
La
muestra permanecerá abierta al público hasta el viernes 21 de diciembre
Lunes
de viernes 16 a 19
LA
COLECCIÓN GARDEL DELFINO
En
la mitología gardeliana se hablaba de una colección perdida. En efecto, en
forma simultánea con el cantante, habían desaparecido una serie de documentos,
joyas y muebles que acompañaron en vida al artista. Incluso, ante la falta de
comprobación objetiva, a dicha colección se le asignaban referencias diversas y
contrapuestas.
La
generosidad de sucesores y herederos ha desvirtuado esta presunción. La
colección existe y es posible consultarla para, tal vez, terminar de conocer y
reconstruir la vida de Carlos Gardel con el rigor histórico que merece.
El
valor de los bienes rescatados es inmenso. Trascienden al cantor, su madre, sus
amigos, sus vínculos y distintas personalidades que tuvieron en Gardel a su
punto de contacto. Estos bienes permiten reconstruir toda una época.
Alfredo
Echaniz y Enrique Espina Rawson han realizado una tarea minuciosa de
clasificación y citas. Enrique Espina Rawson es Presidente del Centro de Estudios Gardelianos,
Investigador, Periodista Conductor del Programa de radio “La rosa que
engalana”, autor de “Disparen sobre Gardel” y de “Archivo Gardel”.
"Los documentos se encontraron en una casa de Río Ceballos, Provincia de Córdoba, propiedad de Nuria de Fortuni De Cortada, que era sobrina de Armando Delfino y Adela Blasco. Delfino fue el albacea de Carlos Gardel y tenía en su poder todas las pertenencias del cantante porque cuando muere en el accidente de avión en Medellín, él va buscar los restos de Gardel y va también a Nueva York, al departamento que el artista tenía allí, y también trae todas sus cosas", explica Espina Rawson.
Y continúa: "De regreso le entregó todo a Berta Gardes,
madre de Carlos Gardel, quien a su vez cuando murió le dejó todo a Delfino.
Todas las cartas, documentos y fotos permanecieron durante años guardadas por
la familia de Delfino y luego fueron entregadas a Nuria de Fortuni De Cortada. En efecto, tras el fallecimiento de Adela
Blasco, hereda la doctora Nuria, que era una gran coleccionista. Posteriormente,
al morir Nuria, cuando se vende la casa sus hijas encuentran una caja muy
prolija que decía “cosas de Carlos Gardel”. En la Muestra hay cartas originales
que se enviaban una o dos veces por semana Delfino y Gardel, donde este le
contaba cómo le había ido en las giras,
los recortes de diarios y los comentarios de sus actuaciones".
Espina Rawson afirma que Gardel tenía una fortuna para cobrar,
ingresos entre los cuales se cuentan un porcentaje de las ganancias de la
Paramount por sus películas. "Sin embargo la Paramount", explica "nunca le pagó ni a él ni a su madre,
doña Berta Gardés"
RESEÑAS
DE LA EXPOSICIÓN Y DE LA FIGURA DE CARLOS GARDEL
“Gardel,
un sueño completo” por el Curador Legal, Dr. Norberto I. Regueira
Carlos
Gardel es fruto del esfuerzo personal en el que no cesó ni un solo día de su
vida, transcurrida entre el 11 de diciembre de 1890 y el 24 de junio de 1935.
Adquirió oficio, desarrolló ó su arte, su físico y negoció con las
multinacionales americanas su inserción en la industria del cine. Carlos Gardel
se transformó voluntariamente y creció en su vigencia nacional e internacional.
Fue siempre el mismo Gardel y siempre fue distinto.
La
vida de Gardel como artista de cine, desde la época del cine mudo a su
inserción en el cine americano como artista de fama internacional es clave para
la comprensión del fenómeno sociológico que se completa con su sepelio y el
recuerdo evocativo de su madre que integran el relato. La evolución de Gardel
en el cine será el contexto que permitirá reflejar diferentes alternativas
vividas por el cantor durante su breve vida y los numerosos análisis que se
derivan de su trágica muerte. La vocación artística de Gardel aparece así
claramente orientada, con un objetivo definido, objetivo que persiguió con
singular dedicación y sacrificio. Shakespeare dijo que estamos hechos de la misma
sustancia de los sueños, Gardel fue un sueño en sí mismo.
La guitarra de Carlos Gardel |
“Gardel
en el tiempo” por Curadora Micaela Patania
Enrique Espina Rawson mirando su obra como coleccionista |
De
manera explícita por su canto y por su presencia en el cine, implícita en su
atuendo, objetos y a través de las cartas y documentos, la figura de Carlos
Gardel brinda la posibilidad de reconocer un proyecto de vida, inacabado por un
trágico accidente que lo convierte en Mito y en representante de la cultura del
1900, tiempo utópico en que la inmigración a la Argentina hizo que el cantante
argentino, nacido en Toulouse, Francia llegara con su madre en 1893.
Carlos
Gardel en simboliza al tango y constituye una identidad cultural compartida por
personas de muy diferentes regiones del mundo. La permanencia de este legado es
objetivo fundamental de mi trabajo como curadora de esta valiosa colección.
Frente a la vertiginosidad y complejidad homogeneizante, resultado del fuerte
impacto de la globalización en los procesos de consumo cultural incesante y
cambiante instalando nuevos productos culturales, la figura de Carlos sin lugar
a dudas persiste ante todo por su talento, por los atributos que lo constituyen
en mito dadas las condiciones de su nacimiento y de su muerte en el momento
cúspide de su carrera, como también por el trabajo de organizaciones sin fines
de lucro que promueven con su trabajo que no se lo olvide. Objetivo importante
si consideramos la fortaleza de la identificación que su grado de
autoconstrucción, reflejo de la creencia en el progreso basado en el trabajo
tramite a nuevas generaciones. Su grado de representación de una cultura
colectiva permite que este patrimonio cultural refleje un modo de sentir “sólido”
frente a los flujos de la “liquidez cultural”, que se expresa en la frase
popular “Gardel canta cada día mejor”.
Micaela
Patania es curadora de la Colección Gardel Delfino, Magister en Museos y
Comunicaciones Institucionales en NYU- UCES, Becaria Fulbright y Fondo Nacional
de las Artes , es profesora de la carrera en Historia y Gestion de las Artes de
la Universidad del Salvador.
La residencia se volvió una pista de tango |
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