lunes, 27 de mayo de 2013

"Continuamos trabajando con la idea de 'perforar' la cordillera para unir más a nuestros pueblos"

Una vez más tengo el honor y el privilegio de poder conmemorar la Revolución de Mayo en Chile, donde me toca la alta y grata responsabilidad de  representar a la Argentina en lo que es sin duda uno de los países  con quien más compartimos profundos lazos de amistad y  vínculos que se remontan al propio nacimiento de nuestras naciones, donde nuestros próceres tuvieron, más que  la osadía,  el sentido común de imaginar un destino de unidad.

Esta celebración, que es sin duda un momento de regocijo para todos los argentinos y para todos aquellos que reconocen y valoran el espíritu de fraternidad con que recibimos a quienes quieren vivir en nuestra tierra o tan solo visitarla, tiene sin embargo para mi este año un dejo de tristeza. Pasa que en esta ocasión nos falta un amigo entrañable,  el ilustre y digno Embajador de Chile en la Argentina hasta hace tan solo unos pocos meses atrás, Carlos Zaldívar. Su ausencia la sentimos no solo en lo personal, sino en el entusiasmo con que encaraba el trabajo y en la convicción que compartíamos, de que el desarrollo de nuestros países solo era posible trabajando juntos y en el marco de la asociación estratégica que él ayudó a construir y que se refleja, entre otros aspectos,  en la intensa colaboración que los dos países  tenemos en los foros internacionales, así como en los valores compartidos en materia de derechos humanos.

Este es un año de elecciones en Chile y nuestro país lo sigue con interés, pero también con la tranquilidad de saber que no importa quien sea el candidato finalmente electo, las relaciones entre nuestros países se mantendrán dentro del círculo virtuoso y consolidado de creciente integración y hermanamiento. De hecho, podemos hoy celebrar que en toda la región se ha reforzado la tendencia a la integración, con independencia de las variaciones del “color” político de los diferentes Gobiernos, como se ve reflejado en iniciativas como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños -CELAC-, la que, bajo la gran labor de Chile a cargo de la Presidencia Pro Témpore, celebró exitosamente en Santiago su primera cumbre presidencial en enero pasado.”

Y es justamente en el ámbito de la Integración donde están concentrados nuestros esfuerzos, comenzando por la fronteriza, clave para dos países que comparten  5000 kilómetros y que la convierten en una de las más largas del mundo. Son ocho los  Comités de Integración que tenemos trabajando en los más diversos temas, desde  la facilitación  y agilización de los trámites de frontera, la cultura, el deporte, el turismo, la producción y muchas áreas más entre las regiones chilenas y las provincias argentinas. Nuestros países ya han acordado la implementación de controles integrados en 13 pasos fronterizos, lo que  significa realizar en un solo lugar tanto los trámites de salida como de entrada a un país, dinamizando así el tránsito. Pero sobre todo, continuamos trabajando con la idea de “perforar” la Cordillera para unir más a nuestros pueblos, tal como se hiciera más de treinta años atrás con el túnel Cristo Redentor. Para ilustrar este concepto, están los ambiciosos proyectos del Túnel Agua Negra (que unirá la Provincia de San Juan con la Región de Coquimbo), el Ferrocarril Trasandino Central (entre la Provincia de Mendoza y la Región de Valparaíso) y el Túnel Las Leñas (que vinculará al sur de la Provincia de Mendoza con la Región de O’Higgins).

Y los caminos de la integración no solo pasan por la frontera, seguimos ampliando los espacios de intercambio y cooperación, con una visión de futuro frente a los desafíos de los nuevos tiempos. En ese sentido, hemos acordado con las autoridades chilenas que sería oportuno realizar en los próximos meses un encuentro bilateral sobre buenas prácticas en innovación, que reuna a expertos del  Ministerio de Economía de Chile y del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de Argentina, donde se aborde el tema desde la experiencia y perspectiva de cada país, aportando Argentina  su especialización en diseño de políticas, prioridades, instrumentos y aspectos institucionales, así como respecto de las modalidades de cooperación entre Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) de base tecnológica y sobre el presente y el futuro de  la promoción de la ciencia, la tecnología y la innovación. En el año de la innovación en Chile, esta actividad constituye una muestra más de nuestra voluntad de avanzar juntos en temas estratégicos para el desarrollo.

Y por supuesto la cultura y la educación siempre ocupan un lugar especial en la agenda de trabajo de nuestros países. Entre tantas cosas realizadas, quiero destacar dos por la trascendencia y proyección que tienen para la integración. La primera es una iniciativa de mi Gobierno por la cual   las Universidades públicas argentinas conceden la posibilidad de estudiar gratuitamente una carrera universitaria a  alumnos extranjeros, y con satisfacción puedo decir que Chile es el país que registra la mayor cantidad de cupos asignados dentro del universo total de la oferta argentina para estudiantes de países amigos. Soy un convencido del sentido unificador que tiene esta política de mi país, ya que profundiza el conocimiento recíproco y es sin duda, un mecanismo útil y eficaz que otorga la posibilidad de consolidar vínculos entre universitarios y así fomentar lazos culturales, profesionales y afectivos que trascienden el tiempo y las fronteras.

La segunda iniciativa que quería destacar es la del  “Acuerdo de Reconocimiento de títulos profesionales y licenciaturas y títulos de grado universitario” suscrito por Argentina y Chile para  facilitar el ejercicio profesional en ambos países a través del reconocimiento mutuo de títulos de grado universitario, en el caso de la República Argentina y títulos profesionales y licenciaturas en el caso de la República de Chile, otorgados por universidades reconocidas y autorizadas oficialmente en cada una de las partes, sobre el principio de reciprocidad. En Argentina se están transitando los últimos pasos dentro del Congreso para su aprobación.


Lamentablemente, es poco el espacio que tengo para abordar una relación tan intensa y amistosa, pero confio que muchos de los temas serán objeto de tratamiento por parte de los amigos chilenos y argentinos que  nos acompañan en este espacio que nos concede El Mercurio. Pero no puedo dejar de reconocer y agradecer en nombre de mi país el fuerte respaldo del Gobierno de Chile y de su  pueblo a los legítimos derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que no sólo se ha manifestado en el apoyo de la posición argentina en el Comité de Descolonización de Naciones Unidas sino también en otras instancias internacionales y en particular en los mecanismos regionales como MECORSUR; UNASUR Y CELAC. 

Ginés González García 
Embajador Argentino en Chile 

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