Sr Director:
Su Editorial del pasado 28 de enero señala “El probable desenlace de este acontecimiento
(en referencia al próximo referéndum en Malvinas), amparado en el derecho de
autodeterminación de los pueblos, hará más difícil, si no imposible por ahora,
la negociación a favor de la reclamación soberana trasandina."
Al respecto, me permito aclarar que el citado referéndum de
ningún modo está amparado en el derecho
de autodeterminación de los pueblos.
Las Naciones Unidas
ha señalado que se trata de una situación colonial especial y particular que involucra una disputa de soberanía entre
la Argentina y el Reino Unido, la cual debe ser resuelta mediante negociaciones
entre las dos partes, teniendo en cuenta los intereses (no los deseos) de la
población de las islas.
En este sentido la Asamblea General, en 1985, descartó
expresamente la aplicabilidad del principio de libre determinación a la
"Cuestión de las Islas Malvinas" rechazando dos propuestas británicas
que buscaban incorporar dicho principio en el proyecto de resolución específico
sobre dicha cuestión.
Malvinas es un caso de territorio colonizado, no de pueblo
colonizado; la población isleña es desde
1833 una población implantada; o sea,
una población británica. Aplicar el principio de autodeterminación a la Cuestión Malvinas implicaría burlar el proceso de
descolonización y consagrar la vulneración de la integridad territorial
argentina. Ello, por cuanto, supondría permitir que la población de una de las
Partes en el diferendo (el Reino Unido) se erija en Juez de la disputa.
Apelar a la autodeterminación es una excusa para no
negociar. El Reino Unido pretende eludir la obligación de resolver
pacíficamente las disputas internacionales que pesa sobre todos los miembros de
la ONU.
Ginés González Garcia
Embajador de la República Argentina
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