lunes, 12 de noviembre de 2012

Discurso de Ginés González García en honor al diplomático sueco Harald Edelstam


"Es un gran honor para mí poder estar hoy aquí, participando de este seminario en honor a un diplomático ejemplar como fue Harald Edelstam y además en un lugar tan emblemático para la memoria de Chile como es el Estadio Nacional.

En primer lugar, quisiera transmitir un saludo de la Presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, que fuera invitada a participar de este encuentro pero por razones de agenda no le fue posible asistir.  En su nombre hago un reconocimiento especial a Harald Edelstam, una persona fuertemente comprometida con la defensa de los derechos humanos. Su historia nos muestra que en todos los destinos en los que le tocó servir, siempre mantuvo la determinación de luchar por los derechos inalienables de todas las personas, sin tener en cuenta su nacionalidad, sus creencias o ideologías. El solía decir una frase muy sencilla pero que llenó de contenido toda su vida: “simplemente no tolero las injusticias”.

Mantener presente su legado nos permite reafirmar nuestro inquebrantable compromiso con la defensa de los derechos humanos y mantener viva la memoria por construir un futuro más justo e inclusivo, sin ningún tipo de discriminación.

Siguiendo ese camino, la Argentina ha asumido un fuerte compromiso en todo aquello vinculado con  el concepto de Responsabilidad de Proteger y en especial con la prevención y la lucha contra el genocidio. En ese marco, la Argentina es el único  país latinoamericano que desde 2004 es miembro pleno del Grupo de Trabajo para la Cooperación Internacional sobre la Rememoración, Educación e Investigación del Holocausto (organismo iniciado por otro funcionario sueco, el Primer Ministro, Göran Persson, en 1998). En ese mecanismo la Argentina ha asumido la responsabilidad de hacer conocer internamente y en toda la región sus recomendaciones y actividades tendientes a difundir las lecciones del Holocausto, como modo de evitar que se repitan actos de intolerancia y de discriminación que puedan conducir a tragedias como las vividas por la humanidad en el siglo XX, siendo el Holocausto su ejemplo paradigmático.
Asimismo, la Argentina cumple un rol clave en la Red Latinoamericana para la Prevención del Genocidio. A través de este mecanismo se capacitará a funcionarios públicos de la Región y se designarán puntos focales para facilitar la coordinación de políticas y de intercambio de información. La trascendencia de este esquema ha hecho que esté siendo usado como modelo para instituir mecanismos similares en África y en Asia.

La Argentina está convencida de que para hacer efectiva la responsabilidad de proteger es necesario avanzar en el diseño de una estrategia común que cuente con el más amplio consenso de los miembros de las Naciones Unidas y también la coordinación con la sociedad civil y los foros regionales-

Para la Argentina es imprescindible tener en cuenta no solamente el Pilar III del concepto de Responsabilidad de Proteger (reglas para la aplicación del concepto en el terreno cuando el uso de la fuerza es inevitable) sino también los pilares I y II (diplomacia preventiva, cooperación internacional y acción de organizaciones regionales).
Nuestro país entiende imperativo el trabajo en terreno de la comunidad internacional, de manera no intrusiva, a través del formato más adecuado conforme cada caso particular, que permita colaborar con las autoridades y la sociedad local en la construcción de capacidad institucional; la capacitación en la promoción y protección de los derechos humanos-


El sistema democrático no puede imponerse por medios militares y, en caso de que éstos pudieran crear las condiciones para un cambio en la cultura política de un país, las posibilidades de éxito quedarán reducidas sin el acompañamiento y el apoyo de cada estado pueda brindar a quienes lo necesitan, haciendo hincapié en el pilar fundamental del carácter inalienable de los derechos humanos.

Es por ello que uno de nuestros principales objetivos como miembro no permanente del Consejo de Seguridad será poner énfasis en el respeto de los derechos humanos; y la necesidad de la alerta temprana y la debida evaluación de cada situación, en contacto estrecho y permanente con las organizaciones de la sociedad civil locales; así como también lograr la continuidad de las acciones de las Naciones Unidas, las que deberán estar complementadas por los esfuerzos y la colaboración de foros regionales, subregionales; el desarrollo de nuevos espacios de reflexión e intercambio de opiniones, tales como los foros regionales para la prevención del genocidio o la reciente creación de la Red Latinoamericana para la Prevención del Genocidio, en la cual se funden los trabajos de los gobiernos de nuestra región-.
  

En ese desafío internacional será muy útil mantener viva la historia de Harald Edelstam, así como la de tantos otros individuos que encontraron el coraje y la convicción para hacer lo correcto a pesar del peligro y la dificultad. Su memoria debe servir de ejemplo a las generaciones venideras para asumir decisiones moralmente difíciles independientemente del calibre que éstas sean. Y aunque ansío que ninguno de nosotros tenga que atravesar situaciones tan extremas como las que enfrentaron los héroes que lucharon por salvar las víctimas del Holocausto o del terrorismo de Estado, espero, que las lecciones que nos legaron nos guíen en los actos más simples de coraje que se necesitan para enfrentar el racismo, la injusticia y la intolerancia y en definitiva, que no nos venza ni el temor ni la indiferencia·".

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